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Mi profesor ~ Capítulo 47

Mi profesor 
_ No te pasará nada – decía Johnny tratando de calmarla – Todo estará bien – susurraba acariciando el cabello de Romina.
_ Claro que no! Nada estará bien! No tengo mucho tiempo de vida, Johnny – se quejó apartándose de él para levantarse del sofá y empezar a caminar de un lado a otro – Si por lo menos tuviera a una persona junto a mí…Si por lo menos te tuviera a ti pero, no es así! – gritó cayendo en la profunda desesperación nuevamente siendo auxiliada por el profesor que la abrazó fuertemente contra su pecho.
_ No estarás sola – le dijo – Yo estaré contigo. Sabes que siempre podrás contar conmigo y…
_ No es verdad – lo interrumpió – No es verdad – repitió secando sus lágrimas – Tú tienes a Rose y, en algún momento yo seré un estorbo para ustedes…No quiero ser eso, yo solo quiero estar tranquila los últimos meses que me quedan.
_ Meses? – preguntó Johnny frunciendo el ceño.
_ Sí – respondió cayendo en el suelo, sentada en él para ocultar su rostro entre sus manos – Eso fue lo que me dijo el doctor. Puedes decirme qué haré?
_ Estaré contigo – le susurró Johnny sentándose junto a ella para abrazarla buscando la calma sin entender aún del todo cuan sincera y triste había resultado ser esa frase para él pues cuando la mujer se marchó solo una idea daba vueltas en su cabeza provocando una maldita angustia en su ser, una angustia indescriptible que vio luz aquel fin de semana que Rose llegó a su cabaña a manera de sorpresa…
_ Johnny – dijo ella sonriendo al ver llegar al profesor en su moto – Te estaba esperando – indicó mientras lo abrazaba – Qué Pasa? – cuestionó la muchacha al sentir el triste suspiro de Johnny.
_ Rose – murmuró agachando la mirada.
_ Pensé que te daría gusto verme.
_ Necesito hablar contigo.
_ Qué sucede? – preguntó con algo de temor luego de oír el triste tono en la voz de su acompañante.
_ Rose – susurró Johnny agachando la mirada – Romina tiene un tumor cerebral que es prácticamente inoperable – agachó la vista para recobrar el aliento al sentir el desconcierto de la muchacha ante aquella explicación – Ella está condenada a muerte. Mira…Romina no tiene a nadie más que a mí – murmuraba mientras que la joven ya iba entendiendo la situación. Las lágrimas se asomaron en los ojos de Rose pero esta sonrió levemente tratando de contenerlas, aún así, siguió escuchando al profesor – He decidido…- susurró titubeante a la vez que su mirada huía de la de Rose – He decidido casarme con ella – concluyó de manera fría.
_ Casarte? – cuestionó Rose incrédula pues, conocía a Johnny y sabía que él pertenecía a ese reducido grupo de personas que no veían al matrimonio como un símbolo de amor perpetuo.
_ Te pido que me perdones – contestó Johnny con voz quebrada.
_ No – interrumpió Rose – Entiendo tu decisión. No puedo reprocharte que quieras hacer feliz a Romina en sus últimos días solo que…no entiendo por qué nos tiene que pasar esto – dijo ella rompiendo en llanto.
_ Rose – susurró Johnny acercándose a ella para abrazarle el rostro con sus manos – Te amo y nunca voy a poder…
_ Ya – interrumpió Rose una vez mas, apartándose de él – Creo que es mejor que me vaya, no? – dijo limpiándose las lágrimas mientras Johnny mordía sus labios por la impotencia – Pero quiero que sepas que a pesar de todo esto, te voy a seguir amando – añadió huyendo de la presencia del profesor.
_ Rose! – exclamó él tratando de detenerla en vano pues la muchacha subió rápidamente al vehículo donde el chofer ya le esperaba.

1 comentario:

  1. ay!! que si la enfermedad de romina es mentira, la que se muere soy yo! xdd
    Pucha Sami, me dejas siempre ultra enganchada con tus caps. se me hacen muy cortos :C

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